En la psicosis el paciente pierde contacto con la realidad.
Las personas diagnosticadas con psicosis pueden experimentar cambios de personalidad, trastornos del pensamiento, problemas con la interacción social, problemas para llevar a cabo las actividades de la vida diaria. Algunas personas con psicosis avanzada pueden incluso experimentar alucinaciones, delirios, a veces violencia y una comprensión deficiente.
La psicosis puede ser causada por una variedad de afecciones, que incluyen, entre otras, trastornos de la esquizofrenia, trastornos delirantes, trastornos bipolares, trastornos de personalidad, tumores o quistes cerebrales, enfermedades neurológicas, VIH y otras infecciones, epilepsia, derrame cerebral, genética, demencia, etc.
La demencia es una amplia categoría de enfermedades cerebrales. Puede causar una pérdida a largo plazo de la capacidad de pensar y razonar claramente. Esta pérdida de capacidad puede ser tan grave que puede afectar el funcionamiento diario de una persona.
La psicosis es otro de los síntomas de la demencia.
Hay muchos tipos diferentes de demencia, como la enfermedad de Alzheimer, la demencia con cuerpos de Lewy, la demencia vascular, la demencia frontotemporal, la parálisis supranuclear progresiva, la degeneración corticobasal, la hidrocefalia de presión normal y la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.
La demencia afecta más comúnmente a la memoria, la relación visual-espacial, el lenguaje, la atención y la función ejecutiva (resolución de problemas). Las personas que han sido diagnosticadas con demencia también pueden experimentar impulsividad, depresión, ansiedad, agitación, problemas de equilibrio, temblor, dificultad para hablar, dificultad para comer o tragar, delirios, alucinaciones, deambulación o inquietud, etc.