Los detectores de calor y los detectores de humo se utilizan en edificios para evitar accidentes con el fuego. Hay muchas diferencias entre un detector de calor de un detector de humo y sus funciones principales son diferentes.
La diferencia más básica entre un detector de calor y un detector de humo es que un detector de calor detecta cambios en la temperatura y se apaga cuando hay un aumento de temperatura por encima de un nivel establecido, mientras que un detector de humo detecta la presencia de hollín en la atmósfera para advertir del humo en el lugar.
Otra diferencia en los dos detectores es que sus principios de funcionamiento son diferentes. Mientras que los detectores de calor utilizan tecnología electro-neumática y termopar, los detectores de humo emplean ionización y tecnologías fotoeléctricas para su funcionamiento.
Los detectores de calor son más confiables y no dan falsas alarmas, lo cual es común en los detectores de humo. Otra cosa a tener en cuenta es que los detectores de calor no hacen sonar la alarma en presencia de humo y los detectores de humo no hacen sonar la alarma incluso si hay un aumento de la temperatura. Esta es la razón por la cual es común que las personas empleen ambos tipos de detectores juntos para prevenir los peligros del humo y el fuego. Especialmente en edificios de gran altura, estos detectores son de suma importancia para prevenir cualquier percance.
Los lugares donde hay probabilidad de incendio requieren la instalación de detectores de calor. Por otro lado, los detectores de humo son comunes en lugares donde está prohibido fumar.