La discriminación y el racismo son dos sentimientos que provienen de prejuicios y estereotipos, y que llevan a las personas a actuar de manera violenta y antagónica.
Si bien el racismo es discriminatorio, la discriminación no siempre es (o solo) racial. El racismo puede ser considerado como una subcategoría de discriminación, y ambos conceptos están bajo el paraguas del prejuicio.
El término discriminación se refiere a un comportamiento perjudicial o antagónico contra una persona o un grupo por motivos de, entre otros, sexo, género, orientación sexual, idioma, raza, color de la piel, discapacidad, edad, peso y altura.
Por el contrario, el racismo se basa en la creencia de la superioridad racial y puede traducirse en comportamientos discriminatorios contra personas de otras razas.
El racismo y la discriminación pueden tomar muchas formas, pueden resultar en actos violentos o pueden ser más sutiles, lo que resulta en la marginación de grupos minoritarios y/o individuos.
La discriminación y el racismo son visibles en los niveles de la sociedad y, a menudo, se traducen en menos oportunidades y beneficios para las minorías o grupos discriminados.