Una ecografía es la técnica de imagen que utiliza ultrasonido para crear una imagen. Su aplicación más común es en ginecología, donde un médico la usará para mirar dentro del útero de una mujer y distinguir la forma del bebé, determinar el género del bebé y buscar si hay un desarrollo adecuado del feto. Otras aplicaciones de la ecografía son en cardiología, medicina vascular, oftalmología y radiología. El procedimiento no es invasivo y no daña a la madre ni al bebé.
La ecografía utiliza ondas de sonido para distinguir la forma de algo a través del aire, líquido o sólido. A medida que el sonido viaja, mueve las partículas. Cuando se trata de sólidos, cambia la velocidad y hace eco. Estos ecos luego son procesados por una computadora para crear una imagen. Al contrario de lo que la mayoría de la gente pensaría, el sonido viaja más rápido a través de los sólidos que a través del aire.
Un ultrasonido es una presión de sonido cíclico que ocurre a una frecuencia que es mayor que la capacidad auditiva de un humano. En el reino animal, el ultrasonido se usa para la navegación y la comunicación. Algunos de los ejemplos más populares son los murciélagos, los delfines y las ballenas. Los perros pueden escuchar en un rango de frecuencia de 18 a 22 kHz.
En la industria otros usos del ultrasonido están destinados a determinar la uniformidad y pureza del líquido. En medicina, el ultrasonido se usa para obtener una lectura clara de lo que está sucediendo dentro del cuerpo humano sin que sea necesaria la radiación.
Comprender la diferencia entre ecografía y ultrasonido consiste en comprender la relación entre los dos. El ultrasonido es lo que hace posible la ecografía. Por lo tanto, el ultrasonido es la técnica utilizada para obtener una ecografía.
Cuando una mujer embarazada va al médico le hacen un ultrasonido, que es el nombre real del examen. El resultado de este examen es la ecografía, que es la imagen del feto.