El zodiaco es una forma de astrología occidental, donde el movimiento del sol en el momento del nacimiento de una persona genera revelaciones acerca de sus rasgos físicos, características, estado mental, etc.
En terminología simple, el zodíaco se puede definir como una trayectoria circular que comprende doce segmentos de 30 grados, conocidos como los diversos signos del zodíaco. Este camino circular también se conoce como la eclíptica, el camino que toma el sol para girar alrededor de una esfera imaginaria alrededor de la tierra, conocida como la esfera celeste. El punto donde el sol comienza su viaje de 360 grados es a cero grados, o el equinoccio vernal. El equinoccio vernal también marca el comienzo del primer signo del zodiaco, que es el Aries.
A medida que el sol se mueve a lo largo de la eclíptica, pasa por los diversos signos del zodíaco, ocupando cada uno de ellos durante un tiempo. Una persona nacida en el tiempo de ocupación del sol en un signo en particular, caerá bajo ese signo específico de zodíaco. En consecuencia, sus rasgos, hábitos, comportamiento, etc. estarán determinados por este movimiento del sol.
El zodiaco también se conoce como el círculo de la vida, por lo que los signos del zodiaco llevan los nombres y representaciones de seres vivos. Los doce signos del zodiaco son: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.
Un signo lunar es la posición de la luna en el momento del nacimiento de una persona.
Como el sol tiene su camino eclíptico a lo largo de un año, la luna también tiene su propio camino orbital.
Las emociones internas, las intuiciones, los temores, las vulnerabilidades, etc. de una persona están determinadas por el signo lunar. En algunas ciencias astrológicas, como la astrología védica, se le da preferencia al signo lunar sobre el signo solar. El primer ejemplo atribuible a este hecho sería el sistema Rashi.
Por lo tanto, el signo zodiacal y el signo de la luna son vitales en el informe astrológico de una persona.