El esquisto y el gneis son rocas metamórficas. Las rocas metamórficas son las que se forman mediante el proceso de calor y presión que se agregan a una roca madre. Tanto el esquisto como el gneis están hechos de pizarra, pero son rocas bastante diferentes
El esquisto es un tipo de roca metamórfica de grado medio que contiene granos planos en forma de hojas en un patrón. El gneis se forma en el patrón de capas de las estructuras planas en forma de hoja. Estas capas se alternan en patrones claros y oscuros. El esquisto es conocido por su característico aspecto escamoso debido a la presencia de granos minerales en él.
El esquisto no se usa comúnmente en la construcción porque tiende a dividirse. El esquisto es más fácil de dividir en la dirección de la veta. El gneis se forma a través de muchos procesos de calentamiento y enfriamiento. Conduce a la formación de capas o láminas. En su mayoría, estas capas se alternan en capas claras y oscuras. Estas capas alternas de luz y oscuridad son una de las características más definitorias del gneis. Según el grado o nivel de foliación, el protolito sedimentario se transforma en pasos. Primero se convierte en pizarra, luego en filita, esquisto y finalmente en gneis. Se sabe que tanto el esquisto como el gneis son rocas metamórficas foliadas. Están compuestas de minerales de feldespato y cuarzo que se heredan del protolito.
El esquisto se forma a partir de roca sedimentaria, por ejemplo, pizarra, mientras que el gneis se forma a partir de roca sedimentaria o roca ígnea, por ejemplo, granito.
El esquisto es de grano más fino, por el contrario, el gneis es de grano más grueso.
El esquisto es negro, azul, marrón, gris, verde y plateado, mientras que el gneis es negro, marrón, rosa, rojo y blanco.
El esquisto se usa como piedra decorativa, relleno de construcción y roca anfitriona para gemas, mientras que el gneis se usa en la construcción, como piedra de dimensión, y en proyectos arquitectónicos.