Moralidad y ética son dos palabras estrechamente relacionadas entre sí, pero no son lo mismo.
La ética es un término muy amplio que se aplica a una gran variedad de contextos. Puede ser ética familiar, ética de empresa, ética social o incluso ética nacional. Estos son códigos de conducta socialmente aceptados que son aplicables en el entorno. En un entorno familiar, también hay cierta ética. La ética es un principio cuando se trata de políticas y leyes sociales. Estas normas éticas establecen parámetros para el comportamiento humano y ayudan en la prevención de conductas indebidas y delitos como el robo, la violación, la violencia, el fraude y la calumnia. Por otro lado, esta ética ayuda a difundir sentimientos de compasión, lealtad y honestidad. La ética es vital para una sociedad.
La moralidad es más o menos una forma personalizada de esta ética, ya que diferentes personas establecen diferentes conjuntos de moral para sí mismos. La moralidad se refiere a un conjunto de creencias en las que las personas creen y practican en consecuencia. La moral ayuda a una persona a elegir un curso de acción cuando está en un dilema. Se convierten en una guía en la vida y ayudan a llevar una vida decente y disciplinada.
Las personas tienen una moral que puede o no estar en sintonía con la ética de la sociedad.