La evaporación y la transpiración son dos mecanismos diferentes a través de los cuales se lleva a cabo la eliminación del agua de la superficie de la tierra hacia la atmósfera. La evaporación y la transpiración son similares en el sentido de que ambas resultan en la pérdida de agua que se libera en la atmósfera.
La evaporación es el proceso en el cual el agua cambia de su estado líquido a su estado gaseoso llamado vapor de agua. Se requiere energía para convertir el agua en vapor de agua. La evaporación tiene lugar solo en la superficie del agua, que es diferente de la ebullición que tiene lugar en toda la masa de agua. Las moléculas de agua siguen chocando entre sí, aumentando así su energía. A veces, esta transferencia de energía de una molécula a otra es tan parcial que las moléculas que están cerca de la superficie se liberan en la atmósfera.
La evaporación es una parte integral del ciclo del agua. El calor del sol provoca la evaporación del agua.
La transpiración es el proceso de pérdida de agua de las plantas a través de los estomas, que son pequeñas aberturas en la parte inferior de las hojas conectadas a los tejidos de las plantas vasculares. Este es un proceso que depende del contenido de humedad del suelo y de la humedad relativa de la atmósfera. La transpiración también ayuda a transportar los nutrientes del suelo a las raíces y luego a varias células de la planta para evitar que los tejidos se sobrecalienten. Algunas plantas tienen la capacidad de cerrar y abrir las aberturas en sus estomas. Esto limita la pérdida de agua de los estomas. Esta adaptación ayuda a las plantas a sobrevivir en condiciones de calor extremo.
La pérdida total de agua a través de la evaporación y la transpiración se le ha dado un nuevo término llamado evapotranspiración.