El expresionismo es un movimiento modernista, inicialmente en la poesía y la pintura, originario de Alemania a principios del siglo XX. Su rasgo típico es presentar el mundo únicamente desde una perspectiva subjetiva, distorsionándolo radicalmente para lograr un efecto emocional con el fin de evocar estados de ánimo o ideas. Los artistas expresionistas han tratado de expresar el significado de la experiencia emocional en lugar de la realidad física. El expresionismo se desarrolló como un estilo vanguardista antes de la Primera Guerra Mundial. Se mantuvo popular durante la República de Weimar, particularmente en Berlín. El estilo se extendió a una amplia gama de artes, incluyendo arquitectura expresionista, pintura, literatura, teatro, danza, cine y música.
El surrealismo es un movimiento cultural que comenzó a principios de la década de 1920 en Francia, y es mejor conocido por sus obras de arte visuales y escritos. Los artistas pintaron escenas inquietantes e ilógicas con precisión fotográfica, crearon extrañas criaturas a partir de objetos cotidianos y desarrollaron técnicas de pintura que permitieron que el inconsciente se expresara.
El surrealismo se desarrolló durante la Primera Guerra Mundial y el centro más importante del movimiento fue París. A partir de la década de 1920, el movimiento se extendió por todo el mundo, llegando finalmente a las artes visuales, la literatura, el cine y la música de muchos países, así como al pensamiento, la política, la filosofía y la teoría social.