No hay diferencia entre los dos términos. Sin embargo, el término «fractura» suele ser utilizado por profesionales médicos, mientras que «ruptura» es utilizado por personas fuera del campo médico.
Una fractura, también conocida como rotura (ruptura), es una afección médica caracterizada por la pérdida de integridad ósea, que en consecuencia conduce a una rotura en el cartílago o el hueso.
Contrariamente a la creencia popular, cualquier signo mínimo de rotura ósea ya se considera una fractura, que se diagnostica mediante el uso de una radiografía. Aunque las fracturas generalmente ocurren en la tibia y el peroné, pueden afectar todos los huesos del cuerpo.
Varios factores predisponen a una persona a sufrir una fractura. Básicamente, una fractura ocurre cuando la fuerza externa aplicada al hueso es demasiado poderosa, lo que lleva a un trauma óseo o rotura. Además de una fuerte fuerza externa física, las enfermedades óseas como la osteoporosis y la osteogénesis imperfecta pueden hacer que una persona sea más vulnerable a sufrir una fractura. Este tipo de fractura se llama fractura patológica.
Además, dado que los huesos se vuelven más frágiles con la edad, los adultos son más susceptibles a sufrir fracturas.
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Los huesos pueden romperse de diferentes maneras. Por ejemplo, una fractura en el hueso que no daña los tejidos se llama fractura cerrada, mientras que una fractura que daña los tejidos y la piel se llama fractura abierta o fractura compuesta. Dado que las fracturas abiertas o compuestas se rompen a través de la piel, son más peligrosas ya que causan infección. Además, el área afectada también puede sangrar mucho, lo que requiere atención médica inmediata.
Si bien las manifestaciones físicas pueden variar de un tipo de fractura a otra, los signos y síntomas como hinchazón localizada, dolor, decoloración de la piel, hematomas y angulación son típicos en pacientes que sufren una fractura. Si se fracturan huesos grandes como la pelvis y el fémur, también pueden manifestarse palidez, mareos y náuseas.
Por lo general, se usa una radiografía, una resonancia magnética o una tomografía computarizada para diagnosticar una fractura. Una vez que un paciente es diagnosticado con una fractura, el área afectada se inmoviliza de inmediato mediante el uso de placas y tornillos metálicos, moldes de yeso, fijadores externos o clavos intramedulares. Dependiendo de la gravedad de la fractura, la inmovilización en el área afectada puede durar alrededor de 2 a 8 semanas.