Las fuentes abiertas son aquellas que están disponibles para ser utilizadas, modificadas y distribuidas libremente. Por otro lado, las fuentes cerradas son aquellas que están protegidas por derechos de autor y solo pueden ser utilizadas de acuerdo con los términos específicos establecidos por el propietario del copyright.
Ejemplos de fuentes abiertas incluyen software como Linux y Apache, y formatos de archivo como PDF y HTML. Ejemplos de fuentes cerradas incluyen software como Microsoft Windows y Adobe Photoshop, y formatos de archivo como DOC y AVI.
La principal ventaja de las fuentes abiertas es que son libres de usar y modificar, lo que permite a los desarrolladores mejorarlas y adaptarlas a sus necesidades específicas. También pueden ser distribuidas libremente, lo que facilita su accesibilidad y popularidad. Sin embargo, las fuentes cerradas pueden tener mejores características y soporte técnico debido a que suelen ser desarrolladas por empresas con recursos financieros para hacerlo.
En resumen, las fuentes abiertas son libres de usar, modificar y distribuir, mientras que las fuentes cerradas están protegidas por derechos de autor y su uso está restringido.