Las fuentes de luz naturales son aquellas que no han sido creadas por el ser humano, como el sol, la luna y las estrellas. Estas fuentes emiten luz de forma natural como resultado de procesos físicos y químicos.
Las fuentes de luz artificiales, por otro lado, son aquellas que han sido creadas por el ser humano, como las bombillas, los tubos fluorescentes y las luces LED. Estas fuentes emiten luz mediante la electricidad y suelen ser utilizadas para iluminar ambientes interiores y exteriores.
Además de la diferencia en la forma en que se genera la luz, las fuentes naturales y artificiales también pueden diferir en cuanto a su espectro de luz. Por ejemplo, la luz solar es una fuente de luz completa que contiene todos los colores del espectro visible, mientras que una bombilla de incandescencia solo emite luz en un rango limitado del espectro.
Otra diferencia importante es la cantidad de energía que consumen, las naturales no consumen energía y las artificiales si, y su impacto ambiental y económico.
En resumen, las fuentes de luz naturales son aquellas que emiten luz de forma natural, mientras que las fuentes de luz artificiales son aquellas creadas por el ser humano. Ambas pueden diferir en cuanto a su espectro de luz y su impacto ambiental.