El hierro hemo es un tipo de hierro que se puede encontrar en las proteínas de la sangre, la mioglobina y la hemoglobina.
La carne (carne roja, hígado, etc.) contiene del 40% al 45% de hierro hemo. Las aves de corral (pavo, pollo, especialmente las partes de las piernas y los muslos) y los mariscos (ostras, almejas, crustáceos) también son excelentes fuentes de hierro hemo.
El hierro hemo puede ser fácilmente absorbido por el cuerpo a una tasa promedio del 25%. Su absorción tampoco se ve afectada por los otros tipos de alimentos que se consumen, por lo que muchos expertos dicen que es la mejor fuente de hierro para las personas que sufren de deficiencia de hierro.
Por otro lado, el hierro no hemo es un tipo de hierro que se encuentra en la carne y las plantas. Tiene una tasa de absorción del 16,8%.
El hierro no hemo es el tipo de hierro utilizado en barras nutricionales, alimentos fortificados y suplementos de hierro. También se encuentra en productos a base de granos (pan, trigo, avena, arroz, etc.), nueces, verduras, frutas, semillas, frijoles, huevos y otros productos lácteos.
La absorción de hierro no hemo en nuestro cuerpo depende de los otros tipos de alimentos que comemos. Por ejemplo, el calcio, el té y el café pueden dificultar su absorción, mientras que el ácido ascórbico y el hierro hemo pueden mejorar su absorción.
El hierro hemo solo se puede encontrar en los tejidos animales (mariscos, aves, carne), mientras que el hierro no hemo se puede encontrar en animales (carne, huevos y otros productos lácteos), plantas (granos, frutas, verduras, frijoles, semillas), suplementos de hierro, barras nutritivas y alimentos enriquecidos. La carne es una gran fuente de ambo.
Además, el hierro hemo tiene una tasa de absorción más rápida (25% en promedio) que el hierro no hemo (16,8% en promedio). Su absorción tampoco se ve afectada por los otros tipos de alimentos que se consumen, a diferencia del hierro no hemo.