Justificar implica dar razones o pruebas para apoyar una opinión o acción. Por ejemplo, si alguien justifica su decisión de comprar un automóvil nuevo, podría dar razones como «necesito un vehículo más seguro» o «mi automóvil actual ya tiene muchos kilómetros y es probable que tenga problemas en el futuro.»
Por otro lado, explicar implica dar información detallada y/o describir cómo algo funciona o por qué sucede. Por ejemplo, alguien podría explicar cómo funciona un motor de combustión interna o por qué el cambio climático está causando un aumento en la frecuencia de los incendios forestales. En resumen, justificar es dar razones, mientras que explicar es dar detalles o contexto.
En general, la justificación busca defender o respaldar una afirmación o acción, la explicación busca aclarar o esclarecer algo. Es posible que una justificación tenga una explicación detrás pero no necesariamente tiene que ser así.