La depresión clínica y la depresión maníaca son dos tipos diferentes de depresiones. La depresión maníaca también se conoce como depresión bipolar. La depresión clínica no debe tomarse a la ligera, ya que tiende a ser una enfermedad médica grave que afecta el pensamiento, el curso de las acciones, los sentimientos, etc. Una persona que sufre de depresión clínica no puede trabajar o funcionar como solía hacerlo.
Hay numerosos síntomas de depresión clínica que incluyen insomnio, sueño excesivo, cambio en el apetito, dolor de cabeza, llanto, pérdida de interés en actividades que se disfrutaban antes y muchos más. Los síntomas cubren los atributos físicos, de comportamiento y de emociones relacionados con una persona.
El trastorno bipolar o la depresión maníaca es una forma de depresión clínica. Se caracteriza por períodos alternativos de depresión y períodos de manía. Estos períodos también están superados por algunos períodos de humor y comportamientos normales.
La manía está básicamente relacionada con la sensación de euforia. Sus síntomas incluyen exceso de energía, sentirse bien, poca ayuda para dormir, hablar a un ritmo más rápido, etc.
La depresión maníaca incluye los componentes o atributos de la depresión clínica y, por lo tanto, a veces resulta difícil diferenciarlos.
La principal característica distintiva de la depresión maníaca es que su síntoma incluye la manía, que está ausente en una persona que sufre solo de una depresión clínica. Una persona que sufre de depresión clínica puede ser tratada con antidepresivos, mientras que el trastorno bipolar también requiere un medicamento estabilizador del estado de ánimo.