La motivación proviene de factores externos, estos pueden ser extrínsecos, como recompensas o estatus social, o intrínsecos, como nuestra obstinación para resolver problemas difíciles que vemos como un desafío para superar nuestros límites.
La inspiración, sin embargo, viene de dentro de una persona, por lo tanto, la motivación está más estrechamente relacionada con los estímulos externos, mientras que la inspiración se basa en los estímulos internos.
Dado que la motivación está conectada a estímulos externos, las cosas que lo evocarán son exactamente esos estímulos externos, mientras que eso sería diferente para la inspiración, ya que la inspiración solo se evoca cuando resonamos con una idea en nuestro nivel interno y personal.
La motivación ha sido ampliamente investigada y es un área científica muy activa, mientras que la inspiración no se ha investigado mucho más desde que Carl Gustav Jung intentó definirla.