Además de algunas similitudes relacionadas con su naturaleza política y diplomática, la prohibición de viajar y el estado de emergencia son muy diferentes.
El estado de emergencia afecta a varios derechos individuales y colectivos y es la respuesta directa a una amenaza externa o interna. Por ejemplo, Francia declaró el estado de emergencia inmediatamente después de la serie de ataques terroristas en París el 13 de noviembre de 2015.
Por el contrario, la prohibición de viajar solo afecta la libertad de movimiento de las personas.
El estado de emergencia está regulado por el derecho nacional e internacional. Todas las constituciones nacionales incluyen disposiciones sobre los pasos a seguir en caso de amenazas terroristas, conflictos armados o disturbios civiles. Además, incluso si declara el estado de emergencia, el gobierno no puede suspender o derogar algunos de los derechos inalienables de las personas, incluido el derecho a la vida.
Por el contrario, la prohibición de viajar es a menudo una decisión unilateral del gobierno y está regulada de acuerdo con la legislación del país. Sin embargo, una prohibición de viajar puede tener consecuencias internacionales y
se debe contactar de inmediato con el Secretario General de las Naciones Unidas en caso de un estado de emergencia, mientras que en el caso de una prohibición de viajar no se requiere la participación de las Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales.