El Labrador inglés fue criado originalmente en Inglaterra. Sin embargo, no se limita únicamente a su lugar de origen. Al igual que otras razas, se puede ver en diferentes partes del mundo. Posee capacidades innatas adecuadas para la caza y el trabajo de campo. Físicamente, tiene una construcción fuerte y sólida y tiene un hocico y una cabeza ancha.
Como su nombre indica, el Labrador americano se originó en los Estados Unidos. Esta raza de perro es fuerte y de naturaleza ágil. Caracterizado por su personalidad viva, el Labrador americano se puede distinguir por su alta estatura y su hocico y cabeza estrecha. Es una raza adecuada para la caza y el trabajo de campo.
El Labrador inglés es más corto que el Labrador americano, y está cubierto por una capa más gruesa. El Labrador americano, por otro lado, es notablemente más atlético en forma y constitución. Además de ser más alto y delgado, también tiene un cuello, hocico y cabeza más estrechos. Además, la cola del labrador americano es más larga que su contraparte inglesa.
En términos de nivel de energía, el Labrador americano es más atlético. Dado que fue criado para cazar, tiene un nivel de energía más alto que sus primos ingleses más tranquilos. Debido a que el Labrador americano es más activo, exige actividades físicas diarias.
Al igual que cualquier Labrador Retriever, estas dos líneas son de naturaleza inteligente, dulce y cariñosa. Sin embargo, dado que el Labrador americano posee un alto nivel de energía, tiende a ser más testarudo que su primo inglés.