El enfoque de Canadá y Estados Unidos con respecto a la marihuana es muy diferente, tanto en términos de aceptación general del consumo de cannabis como en términos de leyes y regulaciones al respecto. Algunas de las principales diferencias entre los dos incluyen:
En Canadá, las leyes de cannabis están reguladas a nivel del gobierno central, mientras que en los Estados Unidos los estados individuales pueden decidir si legalizar o no el uso de marihuana recreativa y médica, mientras que a nivel federal, el uso de cannabis sigue siendo ilegal.
En Canadá, los pacientes con aprobación médica pueden recibir marihuana a su casa, mientras que en los Estados Unidos, el envío de cannabis es un delito grave.
En los EE. UU., Los pacientes con aprobación médica para el uso de marihuana, y exclusivamente en los estados donde se acepta legalmente, deben acudir a los dispensarios regulados por el estado para comprar la cantidad recomendada de cannabis para uso personal.