La leche condensada y evaporada proviene originalmente de la leche de vaca. Estos dos tipos de leche se han sometido a varios métodos o procesos para que puedan almacenarse y utilizarse durante períodos de tiempo más prolongados.
La leche condensada proviene de la leche de vaca donde se extrae el agua y se agrega azúcar, lo que produce un producto muy espeso y dulce, y cuando se conserva en lata puede durar un par de años sin refrigerarse y permanecer sin abrir. La leche condensada es ideal para hacer varios postres y pasteles.
La leche evaporada, también denominada leche deshidratada, es un producto de leche enlatada refrigerada donde el 60% del agua se elimina de la leche fresca. Esta leche es casi equivalente a la leche fresca. La leche evaporada es una alternativa confiable y segura para la leche fresca no conservada. También se usa en la mayoría de los hogares para postres como otra opción para verter crema.
El proceso de crear leche condensada es a través de varios procesos donde se separa una gran cantidad de líquido y se agrega azúcar. En cuanto a la leche evaporada, la mitad del agua de la leche de vaca se evapora y luego se homogeneiza, se conserva y luego se esteriliza. La leche condensada tiene un proceso menor que la leche evaporada. La leche condensada es mucho más dulce, ya que se agrega azúcar, mientras que la leche evaporada es un equivalente aproximado de la leche fresca. La leche condensada se usa en los postres como un edulcorante adicional, mientras que la leche evaporada se utiliza como alternativa para la crema cuando se usa en los postres.