Las baldosas de cerámica y porcelana están hechas de arcilla, arena y otros materiales naturales. Las baldosas de cerámica y porcelana se hornean en un horno a la temperatura requerida y durante el tiempo requerido según se necesite para los materiales utilizados en la baldosa.
Hay ciertos rasgos que diferencian la porcelana de otras baldosas cerámicas. Las baldosas de porcelana generalmente se queman a una temperatura más alta y a una mayor presión, lo que las hace más densas y duras que otras baldosas de cerámica. La arcilla que se usa para hacer baldosas de porcelana suele ser más refinada y purificada, lo que permite que se la golpee más densamente.
Las baldosas de porcelana tienen un bajo índice de absorción de agua de menos del 0.5 por ciento, lo que las hace menos propensas a agrietarse y más impermeables a las manchas. También es esta tasa de absorción la que permite que las baldosas se etiqueten como baldosas vitrificadas.
Las baldosas de porosidad extremadamente baja son ideales para lugares con niveles extremos de humedad, así como para lugares con condiciones de congelación y descongelación. Por lo general, no se pueden usar otras baldosas de cerámica en estas ubicaciones ya que tienen tendencia a absorber la humedad que luego se congela dentro de las baldosas. Esta congelación y descongelación hace que la baldosa se expanda y se agriete.