La luz LED o diodo emisor de luz se refiere a la luz que se genera al utilizar un semiconductor al aplicar el mecanismo de la electrónica de estado sólido. Por otro lado, la luz de las lámparas fluorescentes compactas o CFL se genera mediante el uso de un gas y una pequeña cantidad de vapor de mercurio. El vapor excitado produce una emisión de luz visible después de entrar en contacto con el revestimiento fluorescente. Las CFL son menos eficientes energéticamente y menos costosos que los LED.
LED significa Light-emitting Diode (diodo emisor de luz). Las bombillas LED son conocidas por ser más eficientes energéticamente que las CFL. Estos diodos son básicamente semiconductores, y la luz es producida por LED cuando los electrones se mueven dentro del semiconductor. El chip semiconductor consta de dos capas o regiones que están separadas por una unión.
Estas capas son una región P que contiene cargas eléctricas positivas y una región que contiene cargas eléctricas negativas. Cuando se proporciona la tensión suficiente a este chip semiconductor, entonces los electrones comienzan a fluir entre estas regiones P y N. El suministro de voltajes suficientes permite el flujo de electrones en una sola dirección. Los electrones de la región N se mueven hacia los electrones en las regiones P debido a la fuerza de atracción entre cargas opuestas. Después de llegar muy cerca de la carga positiva en la región P, las dos cargas se recombinan cambiando la energía potencial eléctrica en energía electromagnética, que se emite en forma de un fotón de luz.
CFL significa Compact Fluorescent Lamps (lámparas fluorescentes compactas). Se han utilizado ampliamente ahora y han surgido como un reemplazo de las bombillas incandescentes. Son conocidos por ser energéticamente eficientes y por una larga vida útil. Se compone principalmente de un tubo de vidrio que tiene un gas en su interior. Este gas también tiene algo de mercurio. Cuando se aplica el voltaje, la corriente comienza a fluir y excita las moléculas de mercurio que están presentes en el gas. El gas comienza a emitir luz ultravioleta. Cuando esta luz toca el tubo de vidrio que tiene un revestimiento fluorescente, la bombilla comienza a brillar.
Así, ambos utilizan diferentes mecanismos para generar luz. Los LED tienen una mayor vida útil que los CFL. Los LED también son más eficientes energéticamente que los CFL. Otro beneficio del uso de LED es que no contiene mercurio tóxico como los CFL, lo que puede causar daños a la salud y al medio ambiente.
Los LED funcionan bien a baja temperatura, mientras que existe la posibilidad de que las CFL no funcionen correctamente a bajas temperaturas. Los LED no tardan en encenderse, mientras que los CFL requieren algo de tiempo para calentarse. En el contexto de la durabilidad también, el vidrio de CFL es más propenso a sacudirse y golpearse. Ambas son mejores opciones que sus contrapartes incandescentes en el contexto de la eficiencia energética.
Los LED son más caros que los CFL. La tecnología de fabricación de LED está mejorando y, por lo tanto, el costo también está disminuyendo. El tamaño del LED es más pequeño y se utiliza en aplicaciones donde se requiere una pequeña fuente de luz. Las bombillas LED se utilizan en grupos para superar este problema.