Una monarquía es una forma de gobierno en la que un grupo, generalmente una familia que representa una dinastía (aristocracia), encarna la identidad nacional del país y su jefe, el monarca, ejerce el papel de soberano. El poder real del monarca puede variar de puramente simbólico (república coronada), parcial y restringido (monarquía constitucional), a completamente autocrático (monarquía absoluta). Tradicionalmente, el puesto del monarca se hereda y dura hasta la muerte o la abdicación. En contraste, las monarquías electivas requieren que el monarca sea elegido. El gobierno monárquico fue la forma de gobierno más común hasta el siglo XIX. Ahora es generalmente una monarquía constitucional, en la cual el monarca conserva un papel legal y ceremonial único, pero ejerce un poder político oficial limitado o nulo.
Una dinastía es una secuencia de gobernantes de la misma familia, generalmente en el contexto de un sistema feudal o monárquico, pero a veces también aparece en repúblicas electivas. Los términos alternativos para «dinastía» pueden incluir «casa», «familia» y «clan», entre otros. La dinastía más antigua del mundo es la Casa Imperial de Japón, también conocida como la dinastía Yamato. No todos los estados feudales o monarquías fueron gobernados por dinastías; ejemplos modernos son el Estado de la Ciudad del Vaticano, el Principado de Andorra y la Orden de Malta.