La persuasión es la acción realizada por personas que buscan cambiar la opinión de los demás. Por lo general, se hace con una buena intención y teniendo en cuenta el interés de los demás. La persuasión implica hacer que alguien cambie su opinión asimilando los argumentos que está recibiendo.
El concepto de persuasión ha existido desde la antigüedad, cuando los griegos solían tener debates en las plazas públicas. La transparencia es clave cuando se trata de persuasión.
La manipulación implica lograr que alguien haga algo opuesto a su intención inicial. Esta es una acción destinada a lograr que la otra persona haga algo beneficioso solo para una de las partes involucradas, generalmente la que manipula.
La principal diferencia entre persuasión y manipulación radica en la intención detrás del intento de convencer a la otra persona. La persuasión se realiza principalmente con la intención de hacer cosas buenas, como por ejemplo recomendar el mejor servicio y producto, lograr que una persona deje de hacer algo dañino, etc.. La manipulación, por otro lado, tiene como objetivo beneficiar solo a una de las partes involucradas.
La persuasión consiste en presentar todos los argumentos verdaderos de la manera más lógica y convincente.
Aunque la persuasión también implica convencer a una persona para que haga algo que inicialmente no quería hacer, es la transparencia y la buena intención detrás de eso lo que lo hace socialmente aceptable.