El plasma es una solución acuosa que representa aproximadamente el 55% del volumen total de sangre. También se encuentra en el líquido linfático, y es rico en proteínas y electrolitos.
El suero es un extracto líquido transparente de color ámbar derivado de la coagulación de la sangre. Está compuesto de proteínas, anticuerpos, electrolitos y otros componentes sanguíneos.
A pesar de sus fuertes asociaciones, existe una gran diferencia entre el plasma y el suero.
El plasma y el suero tienen similitudes importantes en términos de composición, excepto que el suero no contiene fibrinógeno, una proteína plasmática soluble que se convierte en fibrina cuando la sangre coagula. Funcionando principalmente como un solvente para nutrientes, electrolitos, proteínas y otros componentes, el plasma está compuesto por aproximadamente un 91,5% de agua. Tanto el plasma como el suero contienen proteínas, anticuerpos, electrolitos, hormonas, gases, antígenos y otras sustancias necesarias para mantener la vida.
Entre los dos, el aislamiento del suero implica un proceso más complejo. El plasma se extrae mediante el uso de una centrífuga, un dispositivo científico utilizado para aislar sólidos de componentes sanguíneos líquidos. A medida que la sangre gira rápidamente dentro del dispositivo durante la centrifugación, las partículas más pesadas se ven obligadas a hundirse en la parte inferior. Después de girar, los glóbulos rojos, que son el componente sanguíneo más pesado, se sientan en la parte inferior, y encima de él hay capas de glóbulos blancos, plaquetas y plasma, que es la parte más ligera de la sangre.
El aislamiento del suero, por otro lado, implica plasmaféresis, un procedimiento en el que se extrae, trata y reintegra el plasma sanguíneo. Una vez que el plasma se aísla por centrifugación, la sangre anticoagulada se deja a temperatura ambiente durante aproximadamente de 10 a 15 minutos para permitir la coagulación de la sangre. La sangre coagulada se hunde en el fondo del tubo, mientras que el suero se suspende en la parte superior.
Durante el aislamiento del plasma, se agrega un anticoagulante a la muestra de sangre para evitar la coagulación de la sangre. El aislamiento del suero, por el contrario, no implica ningún anticoagulante.
En el campo médico, el plasma se transfunde a pacientes con bajo contenido de células sanguíneas, mientras que el suero se usa principalmente para diagnosticar enfermedades a través de métodos de análisis de sangre.