Prejuicio y discriminación son dos palabras diferentes que están profundamente interrelacionadas y que muchos las toman como sinónimos, ignorando la diferencia entre ellas. Pero, en realidad, tienen connotaciones diferentes.
El prejuicio, puede entenderse como una actitud sin fundamento y, por lo general, negativa hacia los miembros de un grupo. Creencias estereotípicas, sentimientos negativos y una tendencia a discriminar a los miembros del grupo son algunas de las características comunes que se pueden observar en los prejuicios. Esto puede basarse en una serie de factores como el sexo, la raza, la edad, la orientación sexual, la nacionalidad, el estatus socioeconómico e incluso la religión. El prejuicio generalmente resulta en estereotipos y discriminación. Una persona que ha sido educada de manera segregada en su sociedad tendrá prejuicios contra otras personas y comunidades dependiendo de lo que se le haya enseñado. El prejuicio viene de las palabras «pre» y «juicio». Esto implica que prejuzgamos a las personas antes de recopilar datos e información que nos ayuden a evitar la discriminación.
La discriminación puede interpretarse como la representación externa del prejuicio. El prejuicio está en la mente, la discriminación está en la acción. La discriminación en base al color de la piel es tan antigua como las civilizaciones. Esto ha resultado en muchas revueltas y luchas por la igualdad en todo el mundo.
Con el aumento del conocimiento y el acceso a la información, gran parte de los prejuicios y la discriminación se están erradicando de este mundo.