Un desarrollador debe usar ambas herramientas para determinar si el software desarrollado está listo para su lanzamiento al mercado.

La prueba estática es una prueba que se realiza incluso antes de que se ejecute el código escrito del software. El desarrollador tiene la oportunidad de revisar la codificación para ver si hay algún error y ver si los códigos cumplen con las leyes locales. Las pruebas estáticas revelan fallas y le da la oportunidad al desarrollador de corregirlas antes de que ocurra la ejecución. En algunos casos, el desarrollador también puede identificar cualquier código malicioso que pueda causar problemas durante la ejecución.

Las pruebas estáticas se suelen denominar verificación: la evaluación del proceso de desarrollo.

Las pruebas dinámicas se realizan en un entorno de tiempo de ejecución, lo que significa que el código se ejecuta con un análisis de seguridad para ver cómo se ejecuta. Esto permite al desarrollador determinar si el software se está ejecutando y también identificar si produce los mismos resultados que el desarrollador esperaba. Esto permite a los desarrolladores analizar el comportamiento funcional de una pieza de software y monitorear su interacción con la memoria del sistema, la función de la CPU y el rendimiento general del sistema. Las pruebas dinámicas se suelen denominar validación: la evaluación de un producto terminado.

Las pruebas dinámicas se suelen denominar validación: la evaluación de un producto terminado.