Los sensores y actuadores son elementos esenciales de los sistemas integrados. Estos se utilizan en varias aplicaciones de la vida real, como el sistema de control de vuelo en una aeronave, los sistemas de control de procesos en reactores nucleares donde las plantas de energía requieren ser operadas en un control automatizado. Los sensores y actuadores difieren principalmente por el propósito que ambos fueron diseñados, el sensor se usa para monitorear los cambios en el entorno mediante el uso de medidas mientras que el actuador se usa cuando también se aplica el control, como por ejemplo controlar el cambio físico.
Un sensor es un instrumento electrónico que puede medir la cantidad física y generar una salida considerada. Estas salidas de los sensores suelen estar en forma de señales eléctricas.
Un actuador es un dispositivo que altera la cantidad física, ya que puede hacer que un componente mecánico se mueva después de recibir alguna entrada del sensor.
Estos dispositivos actúan como mediadores entre el entorno físico y el sistema electrónico donde están integrados el sensor y el actuador.
Básicamente un sensor es un dispositivo que cambia un parámetro físico a una salida eléctrica. Por el contrario, un actuador es un dispositivo que convierte una señal eléctrica en una salida física.
El sensor está situado en el puerto de entrada, mientras que un actuador se coloca en el puerto de salida.
El sensor genera señales eléctricas mientras que el actuador produce energía en forma de calor o movimiento.
Los magnetómetros, las cámaras y los micrófonos son algunos ejemplos en los que se utiliza el sensor. Por el contrario, los actuadores se utilizan en los LED, los altavoces, los controladores de motor, lásers, etc.
En resumen, los sensores presentan a la computadora información sobre el estado del sistema. Por otro lado, los actuadores aceptan comandos para realizar una función.