Estos dos reptiles se identifican por sus pieles escamosas y por cómo respiran. Además, son de sangre fría (no utilizan su metabolismo para mantener la temperatura de su cuerpo).
Las serpientes son reptiles carnívoros. Se ven en todos los continentes excluyendo la Antártida. Su tamaño varía desde los 10 cm de longitud hasta la anaconda gigante de más de 8 metros. La mayoría de ellas no son venenosas y las que sí lo son utilizan su veneno principalmente para matar y someter a sus presas.
Los lagartos son un grupo de reptiles escamosos, existen alrededor de 3800 especies. Los lagartos, aunque no todos, tienen la capacidad de deshacerse de sus colas cuando hay peligro. Algunos de ellos son muy buenos escaladores, lo que les ayuda a escapar rápidamente de cualquier peligro. También pueden trepar superficies sólidas.
La serpiente y el lagarto pueden compartir algunas características similares. Sin embargo, pueden diferenciarse fácilmente y la diferencia más visible que tienen es su apariencia. La serpiente no tiene patas mientras que las lagartijas tienen 4 patas. Una serpiente se mueve con la ayuda de sus escamas ventrales, mientras que los lagartos se mueven con sus patas. Las serpientes no tienen orificios en los oídos, solo pueden percibir el sonido a través del hueso del cráneo y las vibraciones que sienten en el suelo. En cuanto a los lagartos, pueden escuchar sonidos a través de sus oídos externos. Su respiración también es diferente. Las serpientes solo tienen un pulmón, mientras que las lagartijas tienen un par.