Se pueden dividir las soluciones en dos grupos, acuosas y no acuosas, dependiendo del disolvente.
La diferencia clave entre una solución acuosa y no acuosa es que el disolvente de una solución acuosa es agua, mientras que, en soluciones no acuosas, el disolvente es cualquier sustancia que no sea agua.
Ejemplos de soluciones acuosas: soluciones acuosas de cloruro de sodio, amoníaco acuoso, etc.,
Ejemplos de soluciones no acuosas: soluciones de yodo en alcohol, soluciones de yodo en tetracloruro de carbono, etc.