Una subcultura es un pequeño grupo cultural dentro de un grupo cultural más grande. Normalmente, las comunidades pequeñas son más homogéneas, mientras que las comunidades grandes en las grandes ciudades tienden a favorecer la creación de numerosas formas de subcultura. Por lo general, se desarrollan alrededor de personas con intereses compartidos en música, películas, tendencias y cualquier cosa que pueda inspirar un cambio en el estilo de vida. Las personas que pertenecen a estos grupos generalmente harán cambios visibles y adaptarán su imagen para hacer obvia su pertenencia al grupo.
Los valores de la subcultura no se modifican en comparación con los valores de la cultura dominante. Todavía funcionan y juegan un papel en la sociedad. Sin embargo, las personas mantienen su propio sentido del estilo y su propio vocabulario, por ejemplo.
Ser parte de una contracultura significa tener un conjunto diferente de reglas, un tipo diferente de comportamiento y un deseo intencional de separarse de los valores convencionales no aceptados. Implica una protesta activa contra ellos.
La principal diferencia entre subcultura y contracultura consiste en su relación con la cultura dominante. La subcultura es parte de la cultura principal. Sus miembros eligen principalmente destacar al adoptar una imagen diferente. Aunque eligen presentarse de manera diferente en comparación con el resto de la comunidad, aún funcionan y acatan las reglas generales.
Por el contrario, los miembros de la contracultura van activamente en contra de la cultura dominante. Se preocupan menos por estar vinculados visualmente a un grupo y más por poder vivir de acuerdo con un conjunto diferente de reglas.