La inspección es un acto de evaluar, entre otros, el trabajo, los objetos, los sistemas, las personas y los edificios para ver si se siguen los pedidos, los estándares de calidad, los reglamentos, las leyes y las normas.
La supervisión, por otro lado, es un acto de revisión continua mientras se dan órdenes y se garantiza que se realicen de manera puntual, efectiva y cuidadosa.
Los inspectores son los profesionales que realizan inspecciones, pueden programar el plazo para realizar inspecciones. Los inspectores pueden actuar como intermediarios entre las autoridades relevantes y sus subordinados para garantizar que se cumplan las normas, la seguridad o las normas de calidad. Los inspectores pueden hacer recomendaciones para mejorar los sistemas.
Las funciones de los supervisores son garantizar que sus subordinados lleven órdenes según sea necesario. Los supervisores dan órdenes e instrucciones. Es posible que los supervisores no tengan la necesidad de inspeccionar que los empleados hayan hecho el trabajo porque a menudo están presentes. Dan supervisión regular, y los empleados no pueden realizar ninguna tarea sin supervisión.
La inspección no se aplica de forma continua. Puede ser programado de acuerdo a los intervalos de tiempo. En algunos casos, la inspección puede estar influenciada por las quejas. Si, por ejemplo, se informa que los consumidores se enferman debido al consumo de alimentos, se puede pedir a los inspectores que inspeccionen puntos de venta o fabricantes de alimentos específicos.
Por otro lado, la supervisión se aplica de manera continua.