El crimen es fácil de definir como cualquier comportamiento que sea socialmente inaceptable y que cause daño a un individuo o un grupo de individuos. Robo, corrupción, malversación, violencia física y mental, violación y asesinato son más fáciles de clasificar como crimenes. Pero cuando se trata de terrorismo, se vuelve difícil tener una definición universalmente aceptable. Aunque todos aceptan que el terrorismo es un tipo de crimen, un hecho atroz, el hecho mismo de que un terrorista para unos sea un mártir ha hecho que la situación sea muy confusa.
Existen leyes para hacer frente a los delitos en todas las sociedades y los castigos se aplican a los delincuentes de acuerdo con la gravedad de estos delitos.
El terrorismo está diseñado para crear pánico y para difundir el miedo en las mentes de la sociedad. El terrorismo es la violencia personificada que ha extendido sus tentáculos en todas las partes del mundo y ya no se limita a un país.
Si bien el terrorismo como fenómeno internacional es un fenómeno más reciente, el crimen siempre ha estado presente en las sociedades.
Uno puede lidiar con los delincuentes a través de un proceso de juicios en los tribunales y sentenciar a los delincuentes a prisión, sin embargo, es difícil tratar con los terroristas, ya que tienen una fuerte motivación para cometer delitos atroces y nunca declararse culpables, incluso cuando son descubiertos.
Los terroristas también son criminales, pero cometen crímenes contra la humanidad más que contra los individuos, mientras que los criminales comunes lo suelen hacer por su propio beneficio.