La tomografía computarizada es una técnica de diagnóstico que utiliza rayos X para producir imágenes internas de partes blandas del cuerpo. La tomografía axial gira, tomando varias imágenes desde diferentes ángulos. Una computadora reúne las imágenes para formar imágenes en 3D que indican al médico los detalles de los tejidos que se examinan.
Una resonancia magnética es un procedimiento utilizado para producir imágenes de órganos y tejidos internos del cuerpo mediante el empleo de campos magnéticos y ondas de radio en lugar de ionización.
Una tomografía computarizada produce imágenes a través de la ionización, de ahí el riesgo de exposición a la radiación, mientras que la resonancia magnética no emite radiación ionizante y, por lo tanto, no hay riesgo de exposición.
Una tomografía computarizada toma muy poco tiempo para una exploración completa, generalmente alrededor de 5 minutos, mientras que una resonancia magnética tarda más para una exploración completa, de 10 minutos a 2 horas.
Una tomografía computarizada es adecuada para obtener imágenes de lesiones óseas, pulmones y pecho. Esto se debe a que una tomografía computarizada puede penetrar partes duras del cuerpo al usar rayos X. La resonancia magnética solo se puede usar para escanear tejidos blandos, ya que utiliza campos magnéticos que son más adecuados para las partes blandas del cuerpo.
Las imágenes producidas por una tomografía computarizada son de mayor resolución, mejor calidad y ofrecen una diferenciación significativa de los tejidos que se examinan. La resonancia magnética produce imágenes sutiles con poca diferenciación.