La corriente es la velocidad a la que la carga eléctrica fluye más allá de un punto en un circuito. En otras palabras, la corriente es la tasa de flujo de carga eléctrica.
Por otro lado, el voltaje es la fuerza eléctrica que impulsa una corriente eléctrica entre dos puntos. En otras palabras, es la «energía por unidad de carga». Se mide en voltios, que, técnicamente, es la diferencia de energía potencial entre dos puntos.
El voltaje y la corriente, junto con la resistencia, forman la ley de Ohm que relaciona las tres variables juntas, que establece que el voltaje entre dos puntos de un elemento es equivalente a la resistencia del elemento multiplicada por la corriente que fluye a través de él.
Para comprender esta diferencia, es necesario comprender primero ambos términos. El voltaje es la medida de la presión electrónica que hace que los electrones libres se muevan de un átomo a otro. Al igual que el agua necesita presión para avanzar y fluir, de la misma manera que una corriente eléctrica también necesita algo de fuerza para fluir y un voltio es la medida de la presión eléctrica que generalmente proviene de una batería o un generador.
La corriente es electricidad en movimiento y mide la cantidad de electrones que pueden fluir a través de un conductor a la vez. Esta corriente eléctrica se mide en amperios, que es la cantidad de electricidad que pasa por un cable en un momento determinado.
Una corriente eléctrica produce un campo magnético y cuanto más fuerte es la corriente, más intenso es el campo magnético, mientras que el voltaje produce un campo electrostático que aumenta cuando aumenta el voltaje entre los dos puntos.
Si bien el voltaje puede existir sin la corriente, la corriente no puede fluir sin el voltaje, y esta es la mayor diferencia entre los dos.
No sería un error decir que la corriente y el voltaje son dos aspectos relacionados pero diferentes de la electricidad, y son los componentes básicos necesarios para emplear y utilizar la energía eléctrica de la mejor manera.