La regurgitación es el proceso, donde el contenido de los tractos/vasos se empuja hacia atrás a través del camino que inicialmente recorrió. Esto puede ser sangre/linfa que fluye a través del corazón y los vasos, o la comida empujada hacia arriba del tracto gastrointestinal.
El acto de vomitar (médicamente conocido como emesis), por otro lado, se debe a la activación del centro del vómito en la región del bulbo raquídeo del cerebro, que puede ser causado por una multitud de estímulos.
El vómito es un proceso exclusivo del sistema gastrointestinal, pero la regurgitación es un proceso que también puede ocurrir en los vasos sanguíneos y linfáticos.
La regurgitación en el tracto gastrointestinal se debe a trastornos de movilidad esofágica o esfínteres esofágicos relajados/debilitados, mientras que el vómito se debe a la activación del centro del vómito en el bulbo raquídeo.
El vómito va precedido de náuseas; la regurgitación no.
Hay muchos receptores que pueden ser estimulados para activar el centro del vómito, pero dichos receptores no pueden estimular la regurgitación.
El vómito implica contracciones fuertes de los músculos abdominales, pero la regurgitación implica contracciones menos fuertes y no implica contracción de los músculos abdominales.
La regurgitación ocurre en pequeñas cantidades, mientras que el vómito a veces incluye todo el contenido intestinal. Esto conduce a la deshidratación y al desequilibrio iónico.