Los minerales haluros son aquellos que contienen uno o más átomos de halógeno (flúor, cloro, bromo o yodo) en su estructura cristalina. Algunos ejemplos comunes de minerales haluros son:
Halita (cloruro de sodio): es el mineral más comúnmente conocido como «sal de mesa». Se encuentra en depósitos sedimentarios y se usa ampliamente en la industria alimentaria y de producción de productos químicos.
Fluorita (fluoruro de calcio): es un mineral de color muy variable, que puede ser incoloro, rojo, rosa, violeta, azul o verde. Se encuentra en depósitos sedimentarios y metamórficos y se utiliza como abrasivo y como fuente de flúor para la industria química.
Clorita (cloruro de silicio y aluminio): es un mineral verde que se encuentra en rocas metamórficas y se utiliza como abrasivo y como material de relleno.
Bischofita (bromuro de sodio y potasio): es un mineral incoloro o blanco que se encuentra en rocas volcánicas y se utiliza como fuente de bromo para la industria química.
Yodita (yoduro de potasio): es un mineral amarillo que se encuentra en rocas volcánicas y se utiliza como fuente de yodo para la industria química y como medicamento.
Es importante tener en cuenta que algunos de estos minerales pueden ser tóxicos o irritantes si se inhalan o entran en contacto con la piel, por lo que es importante manipularlos con cuidado y usar equipo de protección adecuado.