Los minerales orgánicos son aquellos que se forman a partir de la actividad de los seres vivos. Algunos ejemplos de minerales orgánicos son:
Hueso: es un tejido conjuntivo duro y resistente formado principalmente por colágeno y sales minerales como el fosfato de calcio y carbonato de calcio.
Concha: es la estructura dura externa de algunos animales como los moluscos y crustáceos, que se forma a partir de carbonato de calcio y otros minerales.
Muelas: son estructuras duras que forman parte de la dentadura de algunos animales y se forman a partir de sales minerales como el fosfato de calcio y el carbonato de calcio.
Perlas: es una esfera formada por láminas de carbonato de calcio que se produce en algunas conchas de moluscos y en el interior de algunas ostras.
Coral: es una estructura formada por polipos marinos que secretan carbonato de calcio y otros minerales para formar un esqueleto externo.
Queratina: es una proteína fibrosa que se encuentra en la piel, el pelo y las uñas y que se endurece mediante la incorporación de sales minerales como el fosfato de calcio.
Melanina: es un pigmento orgánico que se encuentra en la piel, el pelo y los ojos y que protege contra los daños causados por la luz solar.
Lignina: es una proteína que se encuentra en la pared celular de algunas plantas y que le da rigidez y resistencia a la madera.
Resina: es una sustancia viscosa y aromática que se encuentra en algunas plantas y que se endurece al secarse.
Almidón: es un polisacárido que se encuentra en algunas plantas y que se utiliza como fuente de energía.
Lípidos: son moléculas orgánicas que se encuentran en los aceites, las grasas y los esteroides y que tienen diversas funciones en el cuerpo.