Los minerales óxidos son aquellos que contienen el elemento oxígeno y un metal. Algunos ejemplos de minerales óxidos incluyen:
Óxido de hierro: el óxido de hierro más común es la hematita (Fe2O3), que es un mineral de color gris oscuro a negro. También existen otros tipos de óxido de hierro, como la magnetita (Fe3O4), el limonita (FeO(OH)) y la siderita (FeCO3).
Óxido de cobre: el óxido de cobre más común es la cuprita (Cu2O), que es un mineral de color rojo oscuro a marrón. También existen otros tipos de óxido de cobre, como la melaconita (CuO) y la tenorita (CuO).
Óxido de zinc: el óxido de zinc más común es la cincita (ZnO), que es un mineral de color blanco a gris. También existen otros tipos de óxido de zinc, como la calamine (ZnO.2H2O) y la franklinita (ZnFe2O4).
Los minerales hidróxidos son aquellos que contienen el elemento hidrógeno y un metal. Algunos ejemplos de minerales hidróxidos incluyen:
Hidróxido de hierro: el hidróxido de hierro más común es la limonita (FeO(OH)), que es un mineral de color amarillo a marrón. También existen otros tipos de hidróxido de hierro, como la goethita (FeO(OH)) y la lepidocrocita (FeO(OH)).
Hidróxido de aluminio: el hidróxido de aluminio más común es la gibbsita (Al(OH)3), que es un mineral de color blanco a gris. También existen otros tipos de hidróxido de aluminio, como la diáspora (AlO(OH)) y la boehmita (AlO(OH)).
Hidróxido de calcio: el hidróxido de calcio más común es la calcedonia (Ca(OH)2), que es un mineral de color blanco a gris. También existen otros tipos de hidróxido de calcio, como la piedra caliza (CaCO3) y la mármol (CaCO3).