Los minerales renovables son aquellos que se pueden producir de nuevo a través de procesos naturales o artificiales a una tasa que no afecta su disponibilidad a largo plazo. Algunos ejemplos de minerales renovables son:

Sal marina: La sal marina se produce a partir del agua del mar que se evapora, dejando atrás el cloruro de sodio (sal). Esto puede ocurrir naturalmente en áreas cercanas al océano o en lagunas salinas, o puede ser producido artificialmente en plantas de producción de sal.

Arena: La arena se puede producir de nuevo a partir de rocas que se desintegran y erosionan con el tiempo. También puede ser producida artificialmente a partir de materiales como vidrio o rocas trituradas.

Fosfato: El fosfato es un mineral que se encuentra en la roca y se utiliza como fertilizante. Se puede producir de nuevo a partir de depósitos de fosfato que se han extraído previamente, o puede ser producido artificialmente a partir de materiales como el hueso y el estiércol.

Gas natural: El gas natural es una fuente de energía que se produce a partir de la descomposición de materia orgánica en la tierra. Aunque no es un mineral en el sentido estricto de la palabra, es renovables en el sentido de que se puede producir de nuevo a través de procesos naturales.

Energía solar: La energía solar es una fuente de energía renovable que se produce a partir de la luz del sol. Se puede utilizar para generar electricidad a través de paneles solares o para calentar agua a través de sistemas de calentamiento solar.