Los minerales secundarios son aquellos que se forman a partir de procesos químicos o físicos que involucran la alteración o transformación de los minerales primarios. Algunos ejemplos de minerales secundarios incluyen:
Calcita: se forma a partir del carbonato de calcio y es uno de los minerales más comunes en la corteza terrestre.
Dolomita: es un mineral compuesto de carbonato de calcio y magnesio. Se encuentra comúnmente en rocas sedimentarias y en depósitos de mármol.
Siderita: es un mineral compuesto de hierro y carbono y se encuentra en depósitos de hierro.
Hematita: es un mineral compuesto de hierro y oxígeno y es el principal componente de la mayoría de los depósitos de hierro.
Goethita: es un mineral compuesto de hierro y oxígeno que se encuentra en depósitos de hierro y en rocas sedimentarias.
Pirita: es un mineral compuesto de hierro y azufre y se encuentra en depósitos de hierro y en rocas volcánicas.
Mármol: es una roca metamórfica compuesta principalmente de calcita y es utilizada ampliamente en la construcción y en la producción de muebles.
Yeso: es un mineral compuesto de sulfato de calcio y se utiliza ampliamente en la construcción y en la industria de la fabricación de papel.
Gipsita: es un mineral compuesto de sulfato de calcio y se utiliza ampliamente en la industria de la construcción y en la fabricación de productos de yeso.
Bentonita: es un tipo de arcilla que se utiliza ampliamente en la industria de la construcción y en la fabricación de productos de papel.