El mutualismo defensivo es un tipo de mutualismo en el cual dos o más especies se ayudan mutuamente para defenderse de depredadores o parásitos. Algunos ejemplos de mutualismo defensivo incluyen:
La relación entre las hormigas y las plantas de acacia. Las hormigas viven en los nódulos de las plantas de acacia y protegen a las plantas de depredadores y parásitos a cambio de alimento en forma de néctar.
La relación entre las ranas y las hormigas. Las ranas viven en colonias de hormigas y las hormigas las protegen de depredadores a cambio de proteína en forma de pequeños insectos que las ranas cazan.
La relación entre los peces cleaner y los peces clientes. Los peces cleaner limpian a los peces clientes de parásitos y les ayudan a mantener la piel sana, a cambio de una dieta de los parásitos que eliminan.
La relación entre las plantas y las hormigas guardianas. Las plantas producen un alimento especial para las hormigas guardianas, las cuales protegen a la planta de depredadores e herbívoros.
En todos estos casos, ambas especies obtienen beneficios, ya sea alimento o protección, lo que les permite sobrevivir y reproducirse mejor en su entorno.