El mutualismo es una relación ecológica en la cual ambas especies involucradas obtienen beneficios. En parasitología, algunos ejemplos de mutualismo incluyen:
La relación entre los líquenes y sus hongos simbiontes. Los líquenes son una asociación mutualista entre un hongo y una alga o cianobacteria. El hongo proporciona protección y nutrientes a la alga o cianobacteria, mientras que éstas producen azúcares a través de la fotosíntesis, los cuales el hongo utiliza como fuente de energía.
La relación entre las plantas y sus simbiontes de nitrogeno. Muchas plantas tienen una relación mutualista con bacterias que viven en sus raíces, las cuales fijan el Nitrogeno del aire y lo convierten en una forma utilizable para la planta.
La relación entre el hombre y los microbiomas. El microbioma humano esta compuesto por una gran variedad de microorganismos, como bacterias, hongos y virus, que viven en nuestro cuerpo, especialmente en el tracto gastrointestinal, en la piel y en la boca, entre otros lugares. Estos microorganismos ayudan en la digestión, en la inmunidad y en la protección contra patógenos.
Es importante mencionar que estos ejemplos son solo algunos de los muchos ejemplos de mutualismo que existen en la naturaleza.