El mutualismo es un tipo de relación ecológica en la que dos especies se benefician mutuamente. Un ejemplo común de mutualismo es la relación entre las plantas y las abejas polinizadoras. Las plantas producen néctar y otros recursos para atraer a las abejas, mientras que las abejas obtienen alimento y se benefician de la polinización al transportar el polen de una planta a otra. Esta relación es beneficiosa para ambas especies, ya que las plantas se reproducen más eficientemente gracias a la polinización y las abejas obtienen una fuente de alimento.
La protocooperación es una forma de cooperación en la que dos o más especies trabajan juntas para lograr un objetivo común, pero en la que cada una obtiene un beneficio individual. Un ejemplo de protocooperación es la relación entre los elefantes y las hormigas. Los elefantes se alimentan de las ramas de ciertos árboles, que a menudo tienen hormigas que viven en ellos. En lugar de atacar a las hormigas, los elefantes sacuden las ramas para que las hormigas caigan al suelo, donde luego las comen. Mientras que los elefantes obtienen alimento, las hormigas se benefician de la protección que ofrecen los elefantes contra otros depredadores.