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Benicàssim, una joya costera en la provincia de Castellón, es un lugar que enamora a los viajeros con su inconfundible encanto mediterráneo, su variada y extensa gama de entretenimiento y cultura, y su clima excepcional. Con más de 6 kilómetros de playas de la más alta calidad, Benicàssim ha sido históricamente un destino turístico de verano por excelencia, pero en los últimos años, su atractiva oferta durante todas las estaciones del año ha seducido a turistas de todas las edades.
Este versátil destino ofrece una combinación perfecta de patrimonio, naturaleza, cultura, gastronomía, deporte, música, bienestar y entretenimiento, todo ello aderezado con el cálido clima mediterráneo que lo caracteriza, lo que lo convierte en un destino idílico durante cualquier momento del año.
Las playas de Benicàssim son una expresión viva de la belleza del Mediterráneo. A lo largo de casi 7 kilómetros de costa, se dividen en cinco playas principales: Voramar, Almadraba, Torre San Vicente, Els Terrers y Heliópolis. Estas playas ostentan con orgullo su calidad, ostentando la Bandera Azul y la Certificación Medioambiental ISO-14001. Las tres primeras playas incluso han recibido el prestigioso Distintivo «Q» de Calidad Turística, lo que refleja el compromiso inquebrantable de Benicàssim de proporcionar la experiencia más destacada posible a sus visitantes.
Para asegurarse de que todos los visitantes puedan disfrutar plenamente de las playas de Benicàssim, la playa de la Almadraba cuenta con un punto accesible que ofrece pasarelas especialmente diseñadas, personal altamente capacitado y sillas anfibias. Además, en las playas de Heliópolis, Torre San Vicente y Voramar también se pueden encontrar puntos accesibles, lo que demuestra el compromiso inquebrantable de la ciudad con la accesibilidad y la igualdad de oportunidades para todos.
No obstante, Benicàssim es mucho más que sus playas doradas. A pocos kilómetros de la ciudad se encuentra el Desierto de las Palmas, un Parque Natural que deslumbra con su riqueza en términos de fauna, flora y geología. Este es uno de los ocho Parques Naturales que se encuentran en la provincia de Castellón, y es un lugar perfecto para actividades al aire libre y para conectar con la naturaleza en su estado más puro.
El patrimonio histórico de Benicàssim también brilla con intensidad. El Castillo de Montornés, que se remonta al siglo XI, alguna vez fue un enclave árabe estrechamente vinculado a la ciudad. Enclavado en una abrupta cima en el Desierto de las Palmas, ofrece vistas impresionantes y evoca el rico pasado medieval de la región.
La Torre San Vicente, erigida en el siglo XVI, se alza majestuosa en el extremo sur del paseo marítimo Bernat Artola. Esta atalaya histórica sirve como un recordatorio imponente de épocas pasadas y proporciona una vista panorámica impresionante del majestuoso mar Mediterráneo.
La parroquia de Santo Tomás de Villanueva, erigida bajo la dirección del ilustrado valenciano Don Francisco Pérez Bayer, es un ejemplo extraordinario de arquitectura neoclásica. En contraposición a las ornamentaciones barrocas típicas de otras iglesias valencianas, este templo presenta líneas rectas, una armoniosa disposición y un diseño racionalista propio de la Ilustración. Sus columnas, capiteles y distribuciones arquitectónicas son un testimonio de la época de la Ilustración y su influencia en el patrimonio de Benicàssim.
Benicàssim es un destino que combina la belleza natural de sus playas con una rica herencia histórica y una amplia oferta de entretenimiento y cultura. Ya sea paseando por su costa dorada, explorando su patrimonio histórico o disfrutando de su variada oferta gastronómica, Benicàssim proporciona una experiencia completa que atrae a visitantes de todos los rincones del mundo. Su encanto mediterráneo y su versatilidad lo convierten en un destino ideal para explorar durante cualquier época del año.