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El Sant Misteri de Cervera, conocido como Santíssim Misteri de Cervera, es una festividad invernal de gran importancia en Cervera que conmemora un hecho histórico relacionado con las reliquias de la Vera Cruz. Cada año, durante la tarde del 5 de febrero y la mañana del 6 de febrero, los habitantes de la ciudad se reúnen para celebrar esta festividad, que ha sido reconocida como Fiesta Patrimonial de Interés Nacional.
La historia cuenta que en el siglo XVI, el párroco Jaume Albesa trajo a Cervera un fragmento de la Vera Cruz de Cristo que, según se dice, le había sido legado por un soldado que regresaba de Roma. Al mismo tiempo, en el cercano pueblo de Tarròs, también se encontraba una reliquia de la Cruz que se utilizaba para sanar a los enfermos. Sin embargo, surgió una controversia cuando uno de los habitantes de Tarròs afirmó que su reliquia no era auténtica, mientras que la de Cervera sí lo era. Ante esto, el párroco de Tarròs, Joan Mongay, decidió dirigirse a Cervera para solicitar un fragmento de la Vera Cruz.
El 6 de febrero de 1540, en respuesta a esta petición, el mossèn Albesa intentó partir la cruz de Cervera con un cuchillo, pero fue en vano. Fue entonces cuando Mongay sugirió que lo hicieran con sus propias manos, confiando en la fuerza de la oración y la fe. Para sorpresa de todos, lograron partir un trozo de la cruz, y de él brotó una gota de sangre que se dividió en tres partes, simbolizando la Santísima Trinidad. A pesar de que el día estaba completamente despejado, un estruendo ensordecedor sacudió la ciudad, dejando a los habitantes estupefactos y provocando que salieran a las calles exclamando «¡Misteri!».
Este acontecimiento causó un gran impacto entre la población, generando una creencia generalizada en la autenticidad de la cruz y atrayendo a personas de todas partes que buscaban la curación de sus enfermedades a través del poder de la Vera Cruz.
Durante la festividad, se lleva a cabo la interpretación de las Completes del Santíssim Misteri, una composición musical de carácter religioso y popular que se remonta a la Edad Media. Esta obra, compuesta por los maestros de capilla Joan Pont y Salvador Vidal en la segunda mitad del siglo XIX, ha evolucionado a lo largo del tiempo, pasando de ser un acto litúrgico a convertirse en un concierto religioso en el que participan solistas, coro y una orquesta sinfónica, interpretando antífonas que ensalzan la cruz.
La celebración también cuenta con la participación de un colorido cortejo festivo compuesto por los Heraldos, ataviados con trajes tradicionales y portando las Timbales de la ciudad, que son originales del siglo XVIII. Junto a ellos se encuentran los Maceros, la Senyera de la ciudad y el Àliga (Águila), que realiza una danza protocolaria después de la interpretación de las Completes. El Àliga, cuya presencia se remonta al Corpus de 1423 y que fue recuperado para la festividad en 2013, se convierte en una figura emblemática.
Además de los actos religiosos, durante la festividad se llevan a cabo diversas actividades lúdicas y festivas que contribuyen a hacer de este evento una pequeña gran fiesta para la ciudad. Se pueden disfrutar de representaciones teatrales, música, danzas y diversas exposiciones. Uno de los puntos destacados es el concierto de música tradicional llamado Misteri Folk, organizado por la Agrupació Seny Major y l’Aula de Sons-Xarxa d’Espais de Música tradicional de la Segarra y Urgell.