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La iglesia de Sant Miquel en la Seu d’Urgell es un tesoro arquitectónico que no te puedes perder durante tu visita a esta encantadora ciudad pirenaica. Con su estilo románico y su ubicación adosada al claustro de la Catedral de la Seu d’Urgell, esta iglesia te transportará a tiempos pasados llenos de historia y espiritualidad.
Este hermoso templo es el único edificio que ha resistido el paso del tiempo del conjunto monumental que se originó gracias a la visión del obispo Sant Ermengol antes de 1035. Su antigüedad se remonta hasta el año 840, lo que lo convierte en un testigo vivo del pasado de la ciudad.
Al adentrarte en la iglesia, serás recibido por una arquitectura de cruz latina, con una nave principal y un transepto que culmina en una cabecera compuesta por tres ábsides semicirculares. Destaca especialmente el ábside central, que impresiona por su imponente tamaño. En el exterior, podrás apreciar los detalles ornamentales de los ábsides, decorados con pilastras y arcuaciones que reflejan la destreza de los artesanos de la época.
En el interior de la iglesia, quedarás maravillado por la bóveda de cañón que cubre el ábside, creando una atmósfera de solemnidad y devoción. La nave principal cuenta con un techo de madera sostenido por tres arcos apuntados, que fueron añadidos durante una reforma gótica. Durante años, este techo estuvo oculto bajo una construcción, pero gracias a recientes trabajos de restauración, ha vuelto a ser revelado en todo su esplendor.
No puedes dejar de visitar el altar, donde se encuentra una piedra sagrada que alberga reliquias de santos. Esta piedra proviene de la Catedral de Santa Maria y presenta una exquisita decoración con lóbulos semicirculares y de herradura, similar a las que se pueden encontrar en la catedral de Girona. Además, a ambos lados del presbiterio, podrás admirar dos capiteles reutilizados como base para unas tablillas, mostrando la habilidad artística de la época.
Recorre también los muros de la iglesia y descubre las ventanas típicas del siglo XI, con columnas y capiteles, que te transportarán a tiempos remotos. Aunque algunas de estas ventanas han sido añadidas recientemente, aún mantienen el encanto y la esencia de la arquitectura románica. No te pierdas la ventana en el muro oeste del brazo sur del transepto, que, aunque ahora solo se puede apreciar desde el interior debido a la construcción del campanario, ofrece una vista impresionante de su diseño.
La iglesia de Sant Miquel es un verdadero tesoro que te permitirá sumergirte en la historia y la espiritualidad de la Seu d’Urgell. No dudes en visitar este lugar único durante tu recorrido por la ciudad y déjate cautivar por su belleza y significado histórico.