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El Castell d’Oliana es un destino turístico que no puedes dejar de visitar durante tu estancia en la comarca del Alt Urgell, en Cataluña. Esta impresionante fortaleza, declarada bien cultural de interés nacional, ofrece un fascinante vistazo a la historia y la arquitectura de la región.
El origen del castillo se remonta a los años 919-920, cuando se le conocía como Castro Uliana bajo el dominio de los condes de Urgell. La importancia de este lugar se refleja en la consagración de su iglesia entre los años 1037 y 1040 por el obispo Eribau de Urgell. A lo largo de los siglos, el castillo pasó por diversas manos, siendo mencionado en el censo de 1365-1370 como parte del vizcondado de Cardona y posteriormente formando parte de la veguería de la Cerdanya bajo el dominio del conde de Urgell. En el año 1414, el rey Ferran d’Antequera otorgó el castillo a Antoni Cardona i Luna, señor de Maldà y Maldanell, después de la triste prisión de Jaume d’Urgell. Finalmente, desde 1453 hasta el siglo XIX, el castillo fue señorío del cabildo de la catedral de Urgell.
El castillo tiene una historia rica y fascinante, pero también alberga secretos arquitectónicos notables. La antigua capilla del castillo, que data de los años 1037 a 1040, se ha convertido en una iglesia parroquial. Este edificio de estilo románico presenta una sola nave cubierta por una bóveda de cañón, mientras que su ábside semicircular está decorado siguiendo el elegante estilo lombardo. Uno de los elementos más destacados es el campanario de tres pisos que se encuentra adosado a la fachada sur de la iglesia. Conocido popularmente como «El Castell», este campanario es un símbolo distintivo del antiguo castillo. A lo largo de los años, la iglesia ha sido objeto de restauraciones y en 1978 se llevó a cabo una importante restauración que permitió preservar su belleza y autenticidad.
Aunque gran parte del antiguo castillo ha desaparecido con el tiempo, aún se pueden apreciar algunas paredes y restos del pueblo medieval que alguna vez estuvo ubicado en su interior. El pueblo se desarrolló alrededor de la iglesia románica de Sant Andreu y las casas medievales se construyeron con gruesos sillares de diferentes tamaños. Las murallas del castillo se integraban con los muros exteriores de las casas, creando un entorno defensivo único. Al explorar las ruinas, podrás sumergirte en la atmósfera de tiempos pasados, imaginando cómo era la vida en este asentamiento medieval. Las casas, de dimensiones reducidas, solían tener una sola habitación con una chimenea que proporcionaba calor y un ambiente acogedor.
La visita al Castell d’Oliana es una oportunidad única para descubrir la historia y la arquitectura medieval de la región del Alt Urgell. A medida que recorras sus muros y explores las ruinas, te transportarás a tiempos pasados y te maravillarás con la grandeza de este lugar histórico. No olvides llevar tu cámara fotográfica, ya que encontrarás numerosos rincones pintorescos y vistas panorámicas que te cautivarán. Además, aprovecha la ocasión para disfrutar de los alrededores naturales, ya que el castillo se encuentra en una zona privilegiada rodeada de hermosos paisajes. ¡No te pierdas esta experiencia única en el Castell d’Oliana!