Te sugerimos a MasterGuest.es si estás buscando una empresa de gestión de alquileres turísticos Airbnb en Guimerà.
• Consulta los planes y tarifas >>
• Teléfono: 621 32 53 38
Guimerà, un pintoresco municipio catalán anidado en las colinas de la comarca de Urgell, es una joya histórica que atesora siglos de legado y belleza. Con su paisaje pintoresco y su rico patrimonio arquitectónico, este encantador rincón de Cataluña es un destino que te sumerge en una experiencia única.
Guimerà es una historia viva en piedra, y su iglesia parroquial es una prueba conmovedora de ello. Construida entre los siglos XI y XII, esta iglesia se alza majestuosa sobre una gran roca. Fue iniciada durante un período de crecimiento para la ciudad bajo el patrocinio de los señores Guerau Alemany de Cervelló y su esposa, Geralda de Rocabertí, cuyos escudos aún adornan la fachada. Su estilo combina elementos góticos y detalles tallados en los capiteles de la entrada. El campanario, de planta cuadrada, se agregó a finales del siglo XIV y principios del XV.
En su interior, se encuentra una verdadera joya artística: un retablo de alabastro de la Mare de Déu de l’Assumpció, de estilo gaudiniano. Esta obra maestra, realizada por Josep M. Jujol, discípulo de Gaudí, transporta a los visitantes a un mundo de belleza y devoción. Además, el Museu Episcopal de Vic conserva un retablo gótico de Ramon de Mur, datado en 1411-12, que marca la introducción del nuevo estilo gótico internacional en Cataluña.
Las murallas de Guimerà también cuentan su propia historia. Construidas para cerrar el recinto de la antigua villa medieval, estas murallas se han mantenido en pie, y una parte de la muralla del ábside neogótico se puede admirar hoy en día.
Muy cerca de Guimerà, a lo largo de la carretera que lleva a la ciudad, se encuentran las ruinas del monasterio cisterciense de Vallsanta. Estas ruinas, con sus grandes ventanales góticos, datan del año 1235. Durante siglos, este monasterio fue el centro de vida y espiritualidad en la región. Sin embargo, hacia el siglo XV, su vitalidad disminuyó y, en 1589, las últimas monjas abandonaron el lugar. Junto con los monasterios del Pedregal (cerca de Tàrrega) y Vallbona de les Monges, el convento de Vallsanta formaba parte de la tríada de monasterios cistercienses en la comarca.
El término municipal de Guimerà está fuertemente vinculado al orden del Cister, y una de las manifestaciones más notables de esta relación es el Santuari de la Bovera, situado a unos 2 kilómetros de Guimerà. Este santuario se alza en una colina desde donde se puede admirar todo el paisaje de la comarca. Al lado de la ermita actual, se encuentran los restos de un claustro románico del siglo XII que pertenecía al monasterio femenino cisterciense de la Bovera, fundado alrededor de 1176 como filial del monasterio de Vallbona de les Monges. En el santuario de la Bovera, solía haber un retablo gótico tardío del siglo XV que representaba al pastor que encontró la Mare de Déu de la Bovera. Este retablo ahora se conserva en el Museo Diocesano de Vic. El lugar está diseñado para ser un espacio de reunión y convivencia, con áreas provistas de fogatas para asar alimentos. La tradición de Guimerà dicta que los habitantes del pueblo se congreguen en la Bovera todos los lunes de Pascua. Además, muchos pueblos de la comarca organizan peregrinaciones a este lugar en diferentes momentos del año.
Las murallas de Guimerà envuelven el recinn la esencia de la época medieval y protegen el rico patrimonio del municipio.
Cal Manseta: Un Rincón de Historiato de la antigua villa medieval, un testimonio vivo de su historia y evolución. Estas murallas, que han sido conservadas con gran cuidado, captura
Si te aventuras por las calles de Guimerà, no puedes pasar por alto Cal Manseta, un edificio que data de los siglos XV y XVI. Su fachada de estilo gótico-renacentista es una joya arquitectónica con sus balcones y grandes ventanales que añaden armonía y belleza a la estructura. Este edificio solía ser el antiguo hospital de la ciudad, y su presencia cuenta historias de cuidado y compasión en tiempos pasados.
El Museo de Arte Materno Magda Sanrama es un rincón especial de Guimerà dedicado a la maternidad. Aquí, los visitantes pueden explorar una colección única de etnología, arte, historia, numismática, filatelia, carteles y objetos sentimentales relacionados con la maternidad. Abierto en el Día de la Madre y durante el Mercado Medieval en agosto, este museo ofrece una mirada conmovedora a la maternidad a lo largo de la historia. Las visitas también pueden ser programadas para grupos interesados.
El antiguo edificio del ayuntamiento, conocido como «la Cort del Batlle», alberga el Museu la Cort del Batlle. En la planta baja y en la primera planta, encontrarás espacios dedicados a los monasterios cistercienses de Vallbona, Vallsanta, la Bovera y el Pedregal. La segunda planta cuenta con un auditorio donde se realizan exposiciones temporales y se proyectan audiovisuales relacionados con Guimerà y su patrimonio histórico. Este museo es una ventana al pasado, donde la historia de Guimerà cobra vida en sus exposiciones y presentaciones.
El núcleo histórico medieval de Guimerà es una atracción en sí mismo. Pasear por sus calles empedradas, portales y rincones es como dar un salto atrás en el tiempo. Las casas de piedra, con sus detalles y elementos decorativos en puertas, ventanas y arcadas, ofrecen un entretenimiento enriquecedor para los amantes de la arquitectura histórica. Los estrechos callejones y la luz que se filtra entre los edificios crean un juego de sombras y contrastes que realza la belleza del lugar. Guimerà es conocida por la variedad de arcos y pasadizos que se encuentran en las calles del casco antiguo. Estos arcos cubiertos servían como refugio durante las ferias y mercados cuando llovía, lo que era común debido al desnivel del terreno en el que se asienta el pueblo. Algunas de las calles más emblemáticas incluyen el Carrer Major, el Carrer de la Cendra, el Carrer de la Capella y el Carrer de les Costetes.
La Capella de Sant Esteve es un tesoro arquitectónico situado al lado de Cal Manseta. También se conoce como la Iglesia de Sant Esteve y data del siglo XIV. Originalmente, esta capilla era un anexo del hospital de la ciudad. Fue reformada y ampliada en el siglo XVIII y luego restaurada en 1983. En ese momento, se colocaron réplicas de dos tablas góticas del famoso pintor Ramon de Mur, que originalmente provenían de la iglesia parroquial.
Entre las ruinas del castillo de Guimerà se alza una torre cilíndrica que domina el valle y señala la presencia del pueblo desde lejos. Este castillo, de los siglos X y XI, ha sido sometido a obras de consolidación, y ahora es posible subir hasta la cima para disfrutar de una maravillosa vista panorámica de los alrededores. En 1949, fue declarado Bien de Interés Cultural.
Descendiendo por las calles irregulares de Guimerà, llegarás a la Plaza Mayor, un lugar lleno de historia y actividad social. Aquí encontrarás un conjunto de casas antiguas con una peculiaridad única: un carril elevado en uno de los lados de la plaza. Este carril es un recordatorio de las ferias y mercados que solían tener lugar en esta plaza, incluso cuando llovía. Las casas que rodean la plaza albergan historias y secretos de tiempos pasados, y la plaza en sí es un lugar donde los habitantes se congregan para celebrar festividades y eventos sociales.