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Ribes de Freser, municipio del Ripollès, se ubica en el sector meridional del valle de Ribes, en la confluencia del Freser con el Rigard (valle de Toses) y el Segadell (valle de Pardines).
El término municipal de Ribes de Freser (42 km2), limita al norte con el municipio de Queralbs; a levante limita con Pardines desde el Puig Cornador hasta el Taga, pasando por la Font Gran, atravesando el Segadell y subiendo cerca de Mascunill y la fuente del Obispo; desde el Taga y siguiendo por el collado de Jou hasta la sierra de Sant Amanç limita con Ogassa; por el sur limita con Campdevànol desde Sant Amanç pasando por Coronas y Sagnari hasta el puente de la Cabreta; sigue el Freser, aguas arriba, desde el puente de la Cabreta hasta Can Bardolet, aunque en algún lugar, frente a la Curva, el límite municipal traspasa el margen derecho del río, haciendo que sea de Ribes algún pequeño lugar del obispado de Vic a la derecha del Freser. En cambio, algunos otros lugares que por su proximidad con Ribes harían pensar que son de su término, como las legendarias Cuevas de Ribes y el balneario del Hotel Montagut, pertenecen a Campelles, término con el que limita por poniente.
La situación de este municipio le otorga, en lo que se refiere a la economía, un gran conjunto de recursos naturales. Por un lado, la línea de falla que marca el contacto entre los Pirineos y los Prepirineos permite la surgencia de aguas naturales de alto valor que son explotadas desde el siglo XIX en varios balnearios. En efecto, ésta es una de las características del término municipal de Ribes, la abundancia de aguas procedentes de sus ríos y de las numerosas fuentes, no únicamente los manantiales de Fontaga y Vall de Ribes, sino las interminables fuentes que brotan en todo el término.
La montaña proporciona extensas zonas de pastoreo frente a la reducida superficie de tierras labradas, e importantes extensiones de terreno forestal, las cuales están ocupadas por bosques caducifolios y pinares de pino silvestre. Así pues, es un hecho que el carácter accidentado del relieve provoca que la agricultura tenga un papel muy escaso y se dedique sobre todo al cultivo de forraje para completar la ganadería.